Cuando Erika estaba embarazada tuvimos una discusión, estábamos conversando sobre Isabella y ella quería mostrarme un vídeo que hablaba de la importancia de la comunicación de los padres con los hijos antes de nacer. En ese tiempo por alguna razón, cuando llegaba a casa, no era muy efusivo en saludar a Isabella (que estaba en el vientre de Erika); más bien, como se lo hice saber a Erika, lo nuestro era comunicación de noche mientras ella dormía.
A veces, me despertaba a media noche y le acariciaba el vientre a Erika; me comunicaba con nuestra hija de manera silenciosa, en medio de la noche y le agradezco a Dios por ese privilegio.....Una de esas noches, estábamos Isabella dando pataditas y yo, todo lo demás en silencio. Me había despertado pensando en la forma como los hombres damos afecto y como eso impacta a las mujeres, como a veces olvidamos los detalles y como Dios nos creo diferentes(*) justamente para complementarnos; por eso es imposible que veamos las cosas de la misma manera.
Amo a mi esposa más que a nada después de Dios; ese amor hace que busque su felicidad continuamente y que mi corazón este enfocado en ella y en satisfacer sus necesidades físicas, materiales y afectivas. Ese dia aprendí algo nuevo; aunque ella dormia y como dijo antes de dormir, me perdono(**) pues no es nadie para juzgarme, el Espíritu Santo me mostró que como esposo la parte más importante que debo proveer a mi esposa esa sensación de sentirse amada no de forma pasiva o según mis criterios sino más bien de una manera activa y de acuerdo a su lenguaje.
Esa noche la admiraba, todo lo que paso para llevar el embarazo, todos los cambios a nivel físico y emocional que sufre una mujer y me sentía triste pues fui egoísta. Como siempre hacemos los hombres esta vez mi parte racional fue más allá que la afectiva y termine haciendo pasar un mal rato a la persona que más amo....Cuando se levantó le hice saber lo egoísta que fui y lo arrepentido que estaba de no haberme detenido un segundo antes y darle la atención que se merece y necesita; y lo más importante, nunca mas daré esa impresión de padre frío que no le importa su hija, a la que ame desde su vientre y que es la bendición mas grande de Dios para nuestro hogar, después de haber recibido a nuestro Señor Jesús.
Ese dia Dios me hablo a traves de mi esposa y mis sueños; me mostro como es cierto e importante que demos amor incondicional a nuestro cónyuge. Seas hombre o mujer lo mas importante; "ASEGURÉMONOS QUE EL LENGUAJE QUE UTILICEMOS PARA DAR AMOR SEA ALGO QUE NUESTRO CONYUGE PUEDA ENTENDER Y RECONOCER" de lo contrario no importa cuanto nos esforcemos en dar amor "a nuestro modo" siempre seran inútiles nuestros esfuerzos.
En cuanto a Isabella y yo.........me aseguro de prestar máxima atención y tengo mucha comunicación física con ella pues Dios me mostró esa necesidad. Aunque ella y yo sabemos que mientras Dios no nos permitió tenerla en nuestros brazos siempre tuvimos.....
CARICIAS SILENCIOSAS
Alfredo
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PD: Cuando le conté a Erika de mi sueño y mi reflexión le dije que a partir de ahora me enfocaría no solo en darle amor si no en aprender su lenguaje.
(*)
Génesis 2:18 NVI
[18] Luego Dios el Señor dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada.»
(**)
Efesios 4:26-27 NVI
[26] «Si se enojan, no pequen.» No dejen que el sol se ponga estando aún enojados, [27] ni den cabida al diablo.
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