Es curioso pero siempre que creo que estoy ayudando u orientando a alguien aprendo algo nuevo....esta vez aprendí lo importante que es no perder de vista a quien sirvo.
A lo largo de mi vida he servido a varios "reyes". A su tiempo, cada uno se convirtió en mi identidad, fuente de paz y esperanza. Pero la mayor parte del tiempo, el "rey" era yo mismo y no importaba lo que el sicólogo, consejero o la Biblia dijeran; se debía hacer como YO PENSABA Y QUERÍA....el problema con esto es que si tu paz y esperanza dependen seres imperfectos; podrías estar sirviendo a la persona equivocada.
Cuando los siervos hacen reverencia inclinan la cabeza delante del rey y al hacerlo exponen la nuca, que es muy vulnerable. La reverencia es un símbolo, una señal con la que reconocemos la autoridad sobre nosotros, nuestras decisiones y nuestras vidas. To lo que hacemos y pensamos gira en torno a nuestro "rey"......Lo mismo es con Dios, cuando te pones en posición de siervo quitas peso de tus hombros, te sientes libre y gracias al Espíritu Santo aprendes a alinear tus deseos con los de Él.
En la Biblia esta este hermoso pasaje donde los seguidores de Juan Bautista le cuentan que Jesús estaba atrayendo más personas que él y él contesta que así debe ser. El debía menguar para que Jesús crezca(*). Juan Bautista es un reflejo de nosotros y nuestra vida. A través de este pasaje Dios nos recuerda que no puede haber dos reyes en nuestro corazón y nos señala claramente lo que debemos hacer y a quien debemos servir. Otro hermoso versículos para ilustrarlo es Ezequiel 21:26(**)
Como para terminar de reforzar esto en mi durante una reunión de hombres nos preguntaron cuál es nuestra estrategia para liderar nuestro hogar, para que ellos conozcan o se acerquen a Dios. Algunos comentaron que eran ejemplo de devoción, oración y que tenían una relación muy cercana con Dios.
Yo?......Había tenido suficiente de parte de Dios como para no reconocer mi incapacidad de ser perfecto o siquiera acercarme a ello. Me encantaría decir que desde que conocí a Jesús(***) no hecho o dicho nada malo; pero la verdad no es así. Aunque mi familia debe ser el principal receptor de mi paciencia, amor y tiempo no se trata de ser perfectos sino de permitirle a El perfeccionarnos.
Nuestra estrategia es asegurarnos de mostrar a nuestros hijos que aunque tenemos autoridad sobre ellos por ser sus padres, somos tan imperfectos como ellos. Y dependemos tanto como ellos de la GRACIA Y MISERICORDIA de nuestro Señor Jesús. Queremos que, si Dios lo permite, todas sus esperanzas, tristezas y alegrías estén puestas en El(****)......
ESA ES NUESTRA ESTRATEGIA
Alfredo
Esposo de Erika y papá de María, José e Isabella.
(*)
Juan 3:30 NVI
[30] A él le toca crecer, y a mí menguar.
(**)
Ezequiel 21:26 NVI
[26] Así dice el Señor omnipotente: Quítate el turbante, renuncia a la corona, que todo cambiará. Lo humilde será exaltado y lo excelso será humillado.
(***)
Juan 1:12 NVI
[12] Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.
(****)
Hebreos 12:2 NVI
[2] Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y *perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la *derecha del trono de Dios.
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